A pesar de vivir en la ciudad mi vida siempre estuvo rodeada de animales. Con los años me gané el apodo "de la loca de los gatos y los perros" lo cual siempre me dió orgullo pues si los cuerdos los abandonan me encanta ser la loca que los recoge...
Cuanto más me dediqué a ellos, más fuerte se hizo la conexión. La mirada, los gestos, la actitud de un animal que te necesita, que te pide ayuda, que sufre, que te agradece, que te adora, que se despide. Los que aman a los animales y se dedican a ellos saben de lo que hablo y no necesito explicar más. Tampoco se puede explicar demasiado, es algo que se vive y se siente.
Con los años mi casa se convirtió en hogar, en hospital, en lugar de tránsito de muchos animales. Historias con final feliz, historias tristes y despedidas dolorosas.
Desde hace unos años me comencé a interesar en las terapias alternativas en las personas. Probé con varios tratamientos y los resultados fueron geniales así que empecé a leer para interiorizarme más, hasta ese momento no pensaba en su aplicación en animales, leía que se podía pero no encontraba mucho más. Siempre quise pero por diversas cuestiones no podía realizar los cursos hasta que una experiencia me llevo a volcarme de lleno en el proceso de formación, mi Fidel.
Fidel fue mi primer gato, especial por ser el primero y por su forma de ser. Me acompañó muchos años, en silencio, con travesuras, con complicidad. Hasta que un día Fidel enfermó. Al principio los veterinarios estaban desconcertados, su piel comenzo a caerse quedando en carne viva, se penso que algún vecino le habria tirado agua hirviendo o ácido, pero luego fue claro: Fidel tenía cáncer de piel. Los días que siguieron fueron de los más tristes que recuerdo, haciendole las curaciones que él soportaba estoicamente, teniendolo en brazos y llorando por no saber cómo aliviar al menos un poco su dolor. Los medicamentos convencionales no funcionaban y la vida se le escapaba dolorosamente. Durante una de las últimas curaciones cuando ya se le habia caído casi un 40% de la piel, viendo que nada de lo que haciamos lo ayudaba le dije: "Fidel, si tu tiempo llegó y tenes que partir hacenoslo saber. Si queres seguir peleandola, aca vamos a estar" Apoyo una de sus patas en mi mano y me miro directo a los ojos. Nos quedamos asi hasta que se quedo dormido. Desde ese momento dejó de comer, de tomar agua, de moverse. Al día siguiente comenzó a llorar. Era claro que estaba pidiendo ayuda y que ya era una crueldad mantenerlo en ese estado. La veterinaria ya nos había sugerido la eutanasia, idea que habíamos rechazado con mi padre pero que en ese momento tuvimos que aceptar. El que alguna vez tuvo que tomar una determinación asi sabe lo duro que es despedirse de un amigo. Una de las últimas cosas que le dije fue pedirle perdón por no conocer una forma mejor de ayudarle, perdón por no haber podido aliviar su dolor y prometerle que iba a aprender para ayudar a otros como el.
Ya pasaron casi dos años de su partida. Sigue doliendo como si se hubiese ido ayer. En este tiempo que paso seguí ayudando a otros animales y cumpliendo la promesa que le hice de buscar, investigar y estudiar diversas terapias. Hoy finalmente nace este blog con el deseo de difundir otras posibilidades de tratamientos así como información para mejorar la calidad de vida de ellos, de nuestros amigos animales. Aquí subiré artículos propios y de otros especialistas, sitios y médicos veterinarios. Si la información de este blog sirve al menos para ayudar a un animal, habrá cumplido con su cometido.
Con cariño para todos los animales y aquellas personas que los aman.
Carolina
Loca de los gatos no!!! HEROÍNA DE LOS GATOS!! felicidades por ser como eres , hace falta mas gente como tu!! un saludo de un lobo y sus dos amigas ratas ;)
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