viernes, 4 de enero de 2013

Fitoterapia

La fitoterapia se basa en el uso de las plantas medicinales en el tratamiento de las enfermedades.
Éstas han sido utilizadas a lo largo de los siglos cuando no existían los medicamentos que hoy conocemos.

Las plantas se pueden encontrar en diferentes presentaciones: en forma desecada, en cápsulas, en comprimidos, en soluciones alcohólicas, en soluciones glicerinadas, etc…

Eso sí, el que un medicamento se obtenga de las plantas no significa que éste sea inocuo. Determinadas plantas a determinadas dosis también pueden producir efectos adversos e incluso pueden tener cierta toxicidad y es preciso tener en cuenta que plantas que son inocuas para los humanos pueden ser altamente tóxicas para los animales.

Antes de administrar un determinado producto a base de plantas a nuestros animales deberíamos documentarnos adecuadamente si hay algún tipo de contraindicación en su uso dependiendo de la especie animal o de otras patologías que padezca. Es vital consultar con un veterinario antes de administrar cualquier remedio.

Los animales tienen diferente sensibilidad a determinadas sustancias dependiendo de la especie animal. Por ejemplo los gatos tienen un metabolismo diferente al de los perros y ciertas sustancias que se utilizan en perros sin problemas están contraindicadas en los primeros.

Afortunadamente, cada vez hay más laboratorios “convencionales” que comercializan medicamentos a base de plantas medicinales destinados a animales y más veterinarios que están aplicando terapias naturales a sus prácticas.

El único inconveniente que me encuentro respecto a su administración a animales es que debido a que estas sustancias a veces tienen un fuerte sabor y/u olor podemos tener dificultad para su administración, sobretodo en gatos; pero aún así, siempre podemos buscar la presentación más adecuada para cada caso en particular.

Algunos casos en los que se puede recurrir a la fitoterapia son: piojos, parásitos externos, picaduras de insectos y arañas, sarna, parásitos en las orejas, desinfectar y acelerar cicatrización de las heridas, eccema, detenes hemorragias, dolores reumáticos y afecciones pulmonares, tiña, bronquitis y tos, soplo y fatiga cardíaca, aliento, apetito,  convalecencia, depurativo, diarrea, digestión, estreñimiento, obesidad, purga, vermífugo, hemorragia genital, hemorragia urinaria, ictericia, insuficiencia hepática, dermatosis, eccema, etc.

Las formas de administración pueden ser:

Vía oral: comprimidos o tinturas madres.
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Vía tópica
Las plantas se preparan para untar, vaporear y lavar según el caso.
  • Preparados para untar: se usa en polvo, parche y pomada o pasta, y se aplica haciendo fricciones de tonificación o dispersión dependiendo del tipo de patología que estemos tratando.
  • Preparados para vaporear:  Después de la sesión se tiene que evitar el viento y frio.
  • Preparados para lavar: Se aplica en luxaciones, fracturas o lesiones de tejidos blandos de los antebrazos, codos, rodillas, tobillos, etc.
 Para más información pueden leer este libro: Manual de plantas Medicinales para curar animales domésticos

Recordar consultar con un veterinario. No suspender ningun tratamiento por cuenta propia y no administrar medicación sin previa consulta con un profesional competente.


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